Arteria trigeminal persistente. Revisión de la literatura

Talía Fuentes Redondo

Resumen


La arteria trigeminal persistente es el remanente más cefálico de las anastomosis carotido-vertebrobasilares que se establecen durante el periodo embrionario enlazando diferentes segmentos de la arteria carótida interna con la futura arteria basilar. Tiene una incidencia entre el 0,1-0,6%, con mayor predilección por el lado izquierdo y el sexo femenino. La causa de su persistencia en el adulto es desconocida y suele tratarse de un hallazgo incidental en una prueba de imagen realizada por otras causas. Su origen más común se sitúa en la pared posterior de la arteria carótida interna intracavernosa y su curso más frecuente es de tipo lateral, por debajo del nervio abducens, entre las ramas del trigémino y la silla turca perforando la duramadre a nivel de la cueva de Meckel. Se inserta en la arteria basilar entre la arteria cerebelosa anteroinferior y la arteria cerebelosa superior, observándose diferentes territorios de irrigación que incluyen las “variantes de ATP”, arterias trigeminales que no se insertan en la arteria basilar, sino que terminan como arterias cerebelosas. Se han descrito casos de ramas procedentes de la ATP pero son extremadamente infrecuentes. Existe un consenso entre autores que determina la relación entre la ATP y diferentes anomalías vasculares. No está claro que la presencia de ATP determine una mayor incidencia de aneurismas pero sí parece asociarse a hipoplasia moderada de la arteria basilar, anomalías de las arterias vertebral, comunicante posterior y cerebelosas y fístulas carótido-cavernosas, entre otros.

Palabras clave


Anastomosis carótido-vertebrobasilares; Arteria trigeminal persistente; Circulación fetal; Incidencia;

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